GMC Sprint SP 1975, viajera por naturaleza

Corría el año 1975, teniendo yo 14 años, junto a unos amigos fuimos a la FISA (Feria Internacional de Santiago, que se realizaba en Los Cerrillos) y entre los diferentes expositores había uno que tenía en exposición las camionetas GMC Sprint.

Mi recuerdo de esa ocasión es que las camionetas se veían muy ágiles y poderosas (lo que hoy consideramos muscle cars), siendo esa la imagen que siempre tuve de ellas.

Como era de esperar, la vida siguió, estudios, trabajo, matrimonio e hijos y por supuesto obligaciones que atender que impedían cumplir el deseo de tener un auto antiguo, que por cierto siempre me llamaron la atención.

Hasta que llegó el año 2012, con la tarea ya cumplida, donde volví a pensar en comprar algo. En esos años trabajaba en Puerto Montt, en un sistema de 20 X 10 y en uno de esos viajes a casa en Santiago mi hija me pidió que la llevara a una fiesta y me equivoqué de camino, pasando por una calle donde estaba estacionada la camioneta.

Al día siguiente fui a esa casa a preguntar si estaba en venta, resultando que la camioneta era de un tío de la persona que me abrió la puerta y que estaba en el extranjero.

Pasaron los 10 días de descanso y volví a Puerto Montt, con las ganas de regresar en 20 días a intentarlo nuevamente.

Para no alargar más la historia y saltándome algunos detalles, debo decir que me costó seis meses convencer al dueño de la camioneta para que me la vendiera, ya que insistía en que la quería restaurar.

La camioneta tenía su motor original, nunca abierto, caja original, radio, alzavidrios, limpiaparabrisas y “sapito” funcionando así es que anduve en ella algunos días, la llevé a una revisión rápida, cambio de aceite y filtro, revisión de frenos y algunos detalles menores y me la llevé a Puerto Montt por tierra (1.050 Kms.) llegando sin novedad, iniciando el proceso de restauración allá.

Después de más de un año, con el proceso casi terminado, viaje con ella desde Puerto Montt a Santiago para que mi señora e hijos la vieran, ya que sólo les había mandado algunas fotos, regresando nuevamente al sur.

Ya viviendo definitivamente en Santiago e integrado al CCCCH, fuimos a la Bierfest de Valdivia en 2018, repitiendo el 2019 con el aniversario del CAAV, a la 13² edición del Muscle y Classic Cars del DUOC/UC en Viña del Mar en 2019 y a todas las juntas y paseos de los camioneteros.

Como a toda “viejita”, de repente le bajan sus achaques y sale con sorpresas, pero al final del día me da alegrías y momentos felices.

Su primer dueño fue Gustavo Alessandri Valdés, siendo comprada posteriormente por Gastón Fermandois Marcos en 1980, luego fue comprada por Ricardo Cordella Masini en 2006 y finalmente por mí, después de seis meses de insistencia, en 2012.